26 de Setiembre

La mañana que parece que jamás terminará. Otra vez Setiembre maldita sea, otra vez.

Una vez más me siento frente al mundo, miro a mi alrededor, nadie me dirije la palabra, para todos soy el mismo extraño que no conduce su propia vida, que no puede mantener su alma en su sitio y sólo camina sin mirar si las luces están en rojo, si el viento toca mi rostro, si las lágrimas son tantas que no desean salir sino rebalsar mi corazón.

Cada lágrima tuya tiene mi nombre y cada una de las mías tiene el tuyo, como si grabáramos el sentimiento, la frustración, como si buscáramos otra vida, otra forma de escapar, otro nivel de culpa. Por eso no me queda más que seguir mirando las calles desde el piso, hecho una extraña especie de animal rastrero, como el recolector de sonrisas, de suspiros, el que siempre tendrá una frase melancólica en los labios y un 'no puedo continuar' cada vez que mire hacia el acantilado.

Por qué. Maldita sea, por qué, me gustaría ser de papel, sólo arrugar, botar, pisar, quemar.

Te vas. Tengo ideas, demasiadas ideas desordenadas en mi cabeza, ganas de no querer estar en este momento escribiendo estas fucking palabras, ganas de sacarme la máscara de ser humano insensible, ganas de cerrar los ojos y ser yo el que lleven en hombros esta tarde........... Ganas de decirte mil y un veces lo que pasa frente a mis ojos.

Y una pregunta flotando en el aire enrarecido.

Por qué.