2 días

Miro el reloj: diez y veintidós de la mañana, el día recién comienza pero ya quiero que sea de noche. Escucho como la música me arrastra por el tiempo, recuerdo un lugar extraño, una luna, el viento y el frío, el mar a lo lejos, recuerdo que me sentía el hombre más afortunado del mundo, recuerdo como la brisa golpeaba nuestros cuerpos y de que manera logré acariciar tu rostro, sí, tu rostro.
Ahora no sé como sentirme.
Siento ganas de todo y de absolutamente nada, ganas de esconderme, de enfurecer, de correr, de buscar un lugar donde nadie me pueda encontrar.
No soporto todo esto, si antes era difícil ahora es imposible. Que todo pasará? Por supuesto, el tiempo es la terapia más efectiva para superar los agujeros negros; yo siempre me convierto en un recuerdo -eso lo sé-, Dios sabe cuanto me gustaría convertirme en una realidad eterna, no en un futuro sino en un constante presente.
Diez y veintiocho, Lady, I wanna be your man y ya no quiero volver a estar sin ti, como gotas de lluvia sobre mi rostro, como lágrimas invisibles que parten en dos mi alma.
Quisiera tener tu rostro nuevamente delante del mío, abrazarte, decirte lo linda que te viste el último fin de semana, lo importante que eres en mi vida. Dueles demasiado. Ya había olvidado lo que era sentir de esta manera.
ya no quiero volver a estar sin ti
Las canciones se multiplican cuando no sé que hacer.