martes, 27 de enero de 2009

Como una piedra.

El silencio tocaba los pasos, uno a uno. Abajo las miradas se cerraban como halos de luz. Ya nadie puede verme, dejaron de hacerlo cuando vieron los planos de mi más monumental obra. Por eso me encierro colocando los ladrillos uno sobre otro, despacio, construyendo mi propia torre de aluminio.

Jamás me comprenderán.

He borrado el código de barras de mi nuca, ahora, soy libre.

O quizá soy el único esclavo con vida en esta civilización.

Cerrando los ojos, esperando tranquilamente un final.

No hay comentarios: