Mirando los pedazos de viento tocar las estrellas
el polvo de sonrisas y regresos tibios en el tiempo
tus manos son girasoles volando por el firmamento
y tus labios mi luna llena, mi cuarto menguante, mi crepúsculo.
Yo no vivo en las constelaciones
pero mi voz calla tus canciones, tus amaneceres, tus minutos y segundos
se cierran los silencios que nunca tuvimos
y las noches tocando nuestro pasado, nuestro destino en las nubes
las caricaturas de un solo color.
Y miro tu rostro.
Nosotros somos un trazo en la arena que la marea no va a borrar.
Por eso te espero.
(sueño silente en dos dimensiones: la nuestra)
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