viernes, 26 de julio de 2019

Utopías

El pintor dejó caer su fatiga en el lienzo vacío. Pensó en ella. Sintió las mismas ganas de escribirle, la misma fuerza interior presionando su pecho como el estruendo de una tormenta. Miró por la ventana. La calle es un viaje visceral por el canto del viento, el mismo canto que llega a sus oídos y que hace que recuerde sus ojos, que pronuncie su nombre en silencio. Como si literalmente pudiera alcanzar las estrellas, como si quizá pudiera escucharlo.
Esas ganas de borrar la memoria de sus dedos y que estos dejen de escribir las palabras que ella no leerá, imaginando que puede alcanzar el cielo con su alfombra, olvidando el vértigo y el miedo a caer; divisando el sol escondiéndose tras la luna, divisando las mareas y todas las sombras blancas. Dejó caer su pincel, cerró los ojos.
En el único lugar donde pueden respirar juntos, comenzó a retratarla, silente. Luego, se tomaron de la mano. El arco iris de labios es tan surreal como ser acariciado por su voz. Y en ese lugar, puede mirarla por siempre. Como viajar por el tiempo, con ella.

miércoles, 24 de julio de 2019

Léeme

Vaya, las canciones invisibles paseando por el cielo como una gaviota. Tus ojos hermosos leyendo mis palabras. Yo flotando entre esta amalgama de planetas y sistemas solares, todos contenidos en un parpadeo. Veo tu silencio, tu perfil retratado en las ventanas. Cierro los ojos, imagino tu sonrisa. Tú sigues leyéndome mientras yo pienso en las palabras perfectas, en cómo callar para poder acariciar tu cabello, para besarte una vez más y no saltar al vacío. Para poder vivir en tus pupilas.
Mis versos se enredan en el mismo laberinto, por eso necesito tus manos así no estés aquí en este momento. Léeme. La primavera espera por ver nuestro reflejo en el mar. Y nuestros nombres en la arena, hasta el infinito.

viernes, 19 de julio de 2019

Desierto

Esa sensación de extrañarte. De recordar los segundos disfrutando de tu sonrisa, de ser uno y mil colores a la vez, de poder pintar tus labios junto a los míos. Por que camino te perdiste. Siento el silencio brotar de las sombras; no puedo cerrar los ojos e imaginar que te tengo a mi lado, que puedo observarte dando la vuelta al mundo, que soy real y que puedo ver mis pasos golpeando los árboles, describiendo el canto de las aves. La noche cierra las entradas y todas las salidas. Te vi alejarte, ya sin palabras. Solo sentí mi respiración exhalando tu nombre, mientras regreso tras mis huellas en el asfalto. Sí, vuelvo a ser el retrato en la pared. El mendigo vagando tras el desierto, buscando tu voz.

martes, 16 de julio de 2019

Girar

El silencio partiendo sus venas. La música en sus oídos, atravesando el umbral del viento. La garúa agitándose entre estaciones: otoño, invierno, todas pasan por su sombra. Mira el vacío. Ella. Su rostro descansando leve como las nubes. Las palabras se vuelven extrañas, el tiempo solo se detiene para recordarle que la vida ya no gira, se pierde entre acordes disonantes, entre burbujas en blanco y negro. Vuelve a mirarla. La ve sonreír. Cómo extraña que sea a él a quien le regale una sonrisa. Su mirada y su voz se extravían en papeles en blanco. Para él solo existe un destierro voluntario, un andar errante, una búsqueda del lugar perfecto con vista al resto del universo.
El cielo se llena con su mirada, con sus ojos como estrellas fulgurantes. Y él, en silencio, con los párpados cansados. Sin poder dejar de mirarla.

martes, 9 de julio de 2019

Cómo

Esa mirada punzante, de alcohol y de semanas inmensas alrededor de sus pupilas. Cómo poder llegar a su rostro y no saber que decir, cómo cantarle una canción de amor, construir un arco iris en el cénit de sus pensamientos. Cómo delinear sus labios hermosos, cómo mirarla, cómo buscar las palabras que puedan circundar las calles que recorro todas las noches, en las que me sigo sintiendo un extraño.
Las luces de neón. Jugar con los dedos, impregnar mi dolor en la pared. No sé cómo dibujar nuestros rostros, olvidar su mirada, su voz. Apagar el silencio de la ciudad, los tumbos de mi sombra.
No hay manera en que pueda terminar esto. Quizá regresar el tiempo, pensar en un bucle infinito, un abrir y cerrar de ojos, un existir de arena, una canción. Neblina, estruendos.

domingo, 7 de julio de 2019

Julio, medianoche.

Cierra los ojos. Regresa de paseos por el cosmos. Ella se dibuja imaginariamente en el piso. Su cabello se aparta, mostrando poco a poco su rostro. Toma su mano, la abraza. Se miran por una eternidad, luego rozan sus labios en una secuencia de fotografías breves, zigzagueantes. En una de ellas aparece su perfil, mirando la nada. El día se convierte en una batalla de 24 horas por volver a sentirse vivo.
Abre los ojos: las baldosas, la cortina, la sombra de su mirada. El desierto encerrado entre cuatro paredes.
Odia la realidad. Se acuesta, inicia el viaje. En sus nubes, el sol es azul. Y ella, el atardecer inmenso de todas sus palabras.

jueves, 4 de julio de 2019

No puedo dejar de mirarte

El frío llegando hasta esta parte del universo,
mis ojos desfalleciendo, cansados de tantos caminos sinuosos
tantas sombras, tanta arena llenando mis páginas en blanco
mis dedos no dibujan las mismas canciones
queda el rumor del viento, vistiéndose de anagramas.

Observo tu rostro, frente a mí
tu mirada sobre la mesa, tus manos, tu cabello recogido
ya no te percatas que existo, soy invisible
solo existe el ruido deleznable de nuestra respiración
mis palabras atrapadas en el mismo laberinto, el mismo agujero negro.

"Tu mirada sobre la mesa"
tus ojos perdidos en la inmensidad de mi ceguera
tu rostro serio, tus cejas, tus pestañas, tu voz apagada entre el acuarela de calles, luces, cielo gris.
Tus labios hermosos,
como un ángel tatuado en cada rincón de baldosas, de paredes blancas.

Y te miro una vez más,
atrapo tu rostro para recordar cada luna llena, cada sol de invierno
para cerrar los ojos y acercarme a ti en un espiral de eclipses blancos
luego escucho tu voz [se terminan mis palabras, mis madrugadas sin fin]
comienza mi supernova, nuestras sombras se vuelven surreales
tu rostro de niña, de ángel guardián.

Y no, no puedo dejar de mirarte.